Esta semana, el Tablao de la Villa reúne a Pablo Fraile y Noemí Ferrer, dos intérpretes cuyo baile combina elegancia, técnica y una capacidad especial para conectar con el público desde los matices y la emoción. José Luis Hernández y Juan José Amador acompañan con un cante lleno de carácter, creando un terreno expresivo que refuerza la energía del cuadro. La guitarra de Joni Jiménez aporta solidez, ritmo y una musicalidad que envuelve cada palo, configurando un espectáculo que destaca por su equilibrio entre fuerza, sensibilidad y una atmósfera íntima propia del tablao.