El baile de Lisi Sfair y Pedro Córdoba se enriquece con la presencia de Laura Fúnez, que aporta la elegancia y la precisión propias de la escuela bolera. El cante de Eleazar Cerreduela y José Amador Perre introduce hondura y contraste, mientras la guitarra de Antonio González sostiene el conjunto con solidez y sensibilidad, dando forma a un espectáculo equilibrado y lleno de matices.